La ansiedad es una emoción muy frecuente que en algún momento seguro que has experimentado, y que pone a tu organismo en alerta. La ansiedad produce una reacción intensa en tu organismo que se inicia en el sistema nervioso central.
La ansiedad está asociada a una reacción corporal súbita que aparece cuando tienes una emoción de rabia, tristeza, miedo o preocupación de manera muy intensa, que no controlas fácilmente, y de la que a veces no eres consciente, estimulada por el recuerdo de algo vivido en el pasado, ante una situación actual, o por algo que te produce incertidumbre de cara al futuro.
La característica de la ansiedad es que la reacción que te produce en el cuerpo aparece de forma intensa, por encima de otra emoción diferente y subyacente, que es la que te desencadena la situación vivida, y que se queda oculta en muchas ocasiones.
La ansiedad bloquea tus emociones
Por causa de una especie de colapso que se da en el flujo de información de tus dos hemisferios cerebrales, debido a la reacción bioquímica que se produce en ese momento, no eres capaz de controlar la emoción subyacente, y tu cuerpo se pone en una situación de alerta que te hace reaccionar de cierta manera.
Este artículo pretende que conozcas un poco más sobre la ansiedad, y que tengas en cuenta que es una reacción normal en la mayoría de los casos, y que el objetivo es aprender formas de disminuirla, para que las emociones subyacentes que oculta salgan a la luz, las puedas gestionar y dejen de ser el obstáculo a tu felicidad.
La ansiedad y los mecanismos del cerebro
Tu ansiedad aparece por una serie de mecanismos cerebrales. En tu cerebro almacenas la información que recogen los órganos de los sentidos desde el exterior, por tus vivencias, y también la información relativa a tus emociones y sensaciones internas. La información se guarda en diferentes partes del cerebro, y todas ellas trabajan de manera coordinada.
Cuando una situación del presente se parece a algún recuerdo o experiencia anterior, fácilmente se activan las mismas sensaciones y emociones asociadas. Y si esta situación se parece al recuerdo de una que por ejemplo, te hizo sentir miedo en el pasado, fácilmente la puede evocar también en el presente.
Con la evocación de las sensaciones guardas en el cerebro, surge la ansiedad en el cuerpo
¿Cómo se convierte la ansiedad en un trastorno?
Los trastornos de ansiedad son estados alterados de la conducta, que conllevan mucho malestar, en los que tu comportamiento está dirigido por la emoción de ansiedad que oculta las emociones subyacentes que se han desatado en algún momento y de las que no te has podido hacer cargo, por no ser consciente de ellas, o por no saber cómo hacerlo.
Como ya te comenté, la emoción subyacente puede ser miedo, preocupación, u otras, y en función de cuál sea, se habla de un trastorno u otro. A continuación te comento un poco los trastornos de ansiedad más comunes:
- Trastorno de ansiedad por separación. se da cuando un niño tiene un miedo intenso de separarse de las personas que le cuidan por temor a que les pase algo y no las vuelva a ver. Ejemplos de esto es cuando un niño se pone nervioso cada vez que su madre se va de casa, pensando que le va a pasar algo malo, aunque él se quede con el padre.
- Fobia específica. se da cuando tienes un miedo intenso a un objeto o situación (inyecciones, arañas, volar, espacios cerrados o abiertos, etc.). Si el miedo intenso lo tienes en situaciones sociales, como en una cena con gente desconocida, o cuando no hablas con otras personas por miedo a hacer el ridículo, se llama fobia social.
- Trastorno de pánico. Se da cuando se combinan sensaciones físicas desagradables (palpitaciones, sensación de ahogo, mareos,…) con pensamientos que suelen ser catastróficos (miedo a perder el control o a morirse, entre otros). Sería el caso de una persona que nota malestar y ansiedad en situaciones en las que piensa que se puede llegar a desmayar, cuando va en el metro, el autobús, en calles céntricas, con mucha gente lo que le obliga a no coger el transporte público y a necesitar ir siempre acompañada.
Una misma persona puede tener varios trastornos de ansiedad al mismo tiempo y no es extraño que tenga otros trastornos del ámbito de la salud mental (como la depresión, o problemas con el abuso de algunas sustancias como el alcohol)
Funcionamiento de la ansiedad
Cuando se habla de cómo funciona un trastorno de ansiedad es útil hacerlo a través de un círculo vicioso, es decir, un funcionamiento que por sí mismo tiende a mantenerse y hacerse más fuerte.
El hecho de tener miedo a entrar en un ascensor podría tener que ver con el recuerdo de una situación emocionalmente traumática o dramática vivida, en la que el concepto de ascensor tiene algún aspecto detonante, que la mente relaciona con el "hecho de entrar en el ascensor", y desde ahí, desencadena el malestar de la ansiedad, dejando de lado la posibilidad de conectar con las emociones que verdaderamente se vivieron durante el hecho traumático.
Los síntomas de la ansiedad provocan sensaciones físicas desagradables
A grandes rasgos, cuando una persona tiene síntomas de ansiedad nota algunas sensaciones físicas desagradables como palpitaciones o mareos. Esto ocurre porque las emociones subyacentes al dispararse, estimulan en el cerebro el mismo estado que se da cuando se está ante una situación de peligro (real o imaginario).
En ese estado se dan reacciones a nivel cerebral y hormonal que activan el cuerpo como si fueran una alarma antiincendios: cuando se detecta una posible amenaza, toda la atención de la persona se dirige hacia esta situación para huir del peligro y sobrevivir.
#Si te interesa saber más sobre las reacciones del cerebro ante el miedo, puedes leer el artículo: " Los sanitarios también tienen miedo"
Cuando pasa el peligro, el cuerpo se reequilibra
Una vez pasa el peligro o si se tiene éxito a la hora de afrontarlo, o si simplemente la persona se da cuenta de que no hay ninguna amenaza real, la alarma a nivel cerebral se desactiva, el sistema nervioso se reequilibra y el miedo o la ansiedad disminuyen.
En muchas ocasiones durante el trastorno de ansiedad se adoptan actitudes como la evitación y el uso de conductas de seguridad (aquellos "trucos" que la persona utiliza para poder afrontar las situaciones temidas, que realmente ayudan a que el trastorno se mantenga, ya que no permiten comprobar que los pensamientos negativos no son acertados, y la persona puede pensar que se ha salvado gracias a estas conductas de evitación o de seguridad.
La repetición de las respuestas de evitación puede afectar el funcionamiento habitual del día a día de la persona y disminuir su libertad y autonomía.
Aspectos a tener en cuenta ante la ansiedad
Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo.
Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.
Síntomas y signos más frecuentes de la ansiedad
- Sensación de debilidad o cansancio
- Tener problemas de concentración porque cuesta soltar la preocupación actual
- Tener problemas para conciliar el sueño
- Padecer problemas gastrointestinales
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad
Factores de riesgo en la aparición de la ansiedad
Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:
- Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
- Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
- Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
- Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
- Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
- Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
- Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.
¿Cuándo buscar ayuda para la ansiedad?
Es recomendable que busques ayuda profesional en los siguientes casos:
- Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida.
- Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos.
- Te sientes depresivo, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
- Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
- Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)
No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:
- Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras. Solucionarlo tú sola cuesta más.
- Mantente activa. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo misma. Disfruta la interacción social y tus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
- Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicta a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansiosa. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.
Resumiendo
Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no buscas ayuda. esa ayuda es muy recomendable que incluya el trabajo de desbloqueo de las emociones que subyacen ocultas cuando tienes ansiedad,
Si te encuentras en un momento en el que tu ansiedad te está controlando y desmoronado o impidiendo que hagas tu vida con normalidad, te dejo por aquí el enlace a mi página concienciasanitaria.com donde te ofrezco ayuda profesional terapéutica para trabajar las causas de tu ansiedad, y sacar a relucir las emociones bloqueadas que están por debajo. Las gestionaremos y pronto comenzarás a sentirte mejor.
Y tú, ¿Cómo sueles reaccionar ante la ansiedad? ¿Qué cosas te quedas sin poder hacer cuando aparece la ansiedad? Cuéntamelo en tus comentarios.
Un abrazo
Ana Eló