Un taller de gestión emocional es una actividad formativa de estructura informal. El contenido de un taller de gestión emocional depende de los conocimientos y de los objetivos que se plantee la persona que lo organiza.
Esta persona puede proceder de diferentes enfoques profesionales, como el ámbito de la psicología, de la psicoterapia o de de otras disciplinas como las llamadas terapias complementarias. Todos los profesionales que trabajan con las emociones saben cómo influyen éstas en los pensamientos y en las actitudes, así como en la aparición de síntomas y enfermedades.
De ahí que consideren importante abordar la salud de forma integral, teniendo en cuenta los aspectos físico, mental y emocional.
Un taller de gestión emocional es una actividad que se realiza en grupo, y en la que se pretende que los participantes aprendan a integrar en sus hábitos, alguna herramienta con la que alcanzar equilibrio en su salud y en su vida, a través del trabajo de la gestión de las emociones.
La gestión de las emociones
La gestión de las emociones es la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, y de automotivarse para mejorar positivamente las emociones internas y las relaciones con los demás.
Tiene una relación directa con la inteligencia emocional, que te permite reconocer tus propios sentimientos en el momento en que los experimentas, dándole una atención progresiva a tu estado interno.
La gestión de las emociones incluye la habilidad para motivarte y persistir frente a las frustraciones, controlar los impulsos, regular los estados de humor, evitar que las desgracias obstaculicen la habilidad de pensar, desarrollar empatía y resiliencia.
Algunas de las consecuencias de no gestionar las emociones, son inseguridad, baja autoestima, comportamientos adictivos, impulsividad, y bajo rendimiento laboral o académico.
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Emociones que se desbordan
Puede que tus emociones te estén desbordando y no sabes qué hacer con ellas.
En un taller de gestión emocional, aprendes lo que puedes hacer con tus emociones, para que no te desborden y no te supongan un motivo de malestar. En unas pocas horas en el taller, aprendes herramientas y técnicas de gestión emocional aplicables a aspectos emocionales concretos (ansiedad, rabia, miedo, duelo, etc.), o a situaciones problemáticas más generales (resolución de conflictos, dificultad para lograr objetivos, etc.)
El tipo de herramientas o técnicas que puedes aprender en un taller de gestión emocional es variado:
- Técnicas para identificar las emociones que tienes: ponerles nombre ayuda a centrar el trabajo que tienes que hacer para sanearlas.
- Técnicas para expresarlas: cada emoción tiene su función y su canal propio de expresión.
- Técnicas para desbloquearlas: las emociones que no se expresan por su canal correspondiente, se quedan almacenadas, o bloqueadas dentro del cuerpo produciendo daños de diversa índole.
- Técnicas para liberarlas: liberar una emoción bloqueada, te permite sentir mayor sensación de calma interior y de libertad para ser tu misma. Liberar emociones produce un efecto de mayor espacio en tu mente para comprender tu malestar. Te genera seguridad y confianza, y te ayuda a quitarle el drama a la situación que vivías con dificultad.
Liberar emociones con técnicas aprendidas un taller de gestión emocional te permite modificar la interpretación por la que sufrías en una situación, cambiar la mirada, y relativizar.
Todo esto sucede porque al no expresar una emoción, tu cuerpo crea una tensión a su costa, que es la que te produce el malestar. Expresar y liberar la emoción significa soltar esa tensión.
Al hacerlo, la energía que tenías destinada a mantener la emoción bloqueada, queda libre para otros usos y fines que puedes decidir voluntariamente.
Después de un taller de gestión emocional tienes más energía para hacer cosas que te gustan y te apetecen
Estructura de un taller gestión emocional
Un taller de gestión emocional suele desarrollarse en grupos pequeños de entre 10-15 personas. Puede ser de modalidad online o presencial, y la duración de un taller de gestión emocional, no suele ser superior a 6-8h, aunque esto dependerá mucho de la persona que lo organiza.
Suele ser necesario llevar material para escribir, ropa cómoda para sentirte a gusto, y ganas de experimentar sensaciones nuevas, y de compartir con personas que, aunque no conoces de nada, la causalidad suele hacer que sean las personas que te aportan ese día justo lo que tú necesitabas, y tú a ellos, también.
En el tiempo que dura el taller de gestión emocional normalmente habrá una parte destinada a dar una pequeña explicación de conceptos teóricos referidos a la materia del mismo, y una parte destinada a poner en práctica herramientas, técnicas y estrategias con las realizar la gestión de las emociones.
¿Quién asiste a un taller de gestión emocional?
En un taller de gestión emocional asisten personas de diferentes perfiles. Cuando comienza, vas a encontrar personas que como tú, tienen ganas de resolver algún problema personal, o al menos ganas de aprender herramientas para intentarlo.
No todas las personas que asisten tienen la misma motivación ni la misma facilidad para aprender. Pero seguro están allí con la mentalidad abierta a descubrir nuevos caminos por los que salir de aquello que les hace sufrir.
¿Quién imparte un taller de gestión emocional?
La persona que imparte el taller tiene que tener la habilidad de adaptar los contenidos, y el ritmo de las actividades para que todos puedan seguirlas y sentirse cómodos. También tiene que tener agilidad para prestar atención a las necesidades de cada participante y aportarle las herramientas que necesite para su caso particular.
Cuando te estás planteando participar en un taller de gestión emocional, puede ser que te encuentres en un momento de tu vida en el que crees que con lo que sabes, no tienes suficiente para resolver algunos problemas. Ese es el momento de tomar acción y buscar al profesional adecuado que te ayudará a lograr tus objetivos.
Cuando busques el taller de gestión emocional en el que quieras participar, fíjate que la estructura y los contenidos del mismo sean afines a ti.
Un taller de gestión emocional es un espacio seguro
En el taller de gestión emocional vas a tener la ocasión de experimentar en un entorno protegido el funcionamiento de algunas técnicas útiles para resolver tus problemas.
El entorno es protegido, porque la persona que guía el taller, normalmente va a establecer al inicio unas normas de respeto y de confidencialidad que todos los participantes tienen que aceptar. Dentro del taller, cualquier cosa que se hable no se comparte fuera con nadie que no haya participado.
Los participantes se comprometen a guardar esta confidencialidad, para que en el desarrollo del mismo cada uno encuentre el ambiente de confianza y de intimidad que necesita para poder abordar sus temas personales.
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En el taller de gestión emocional se comparten experiencias
Al inicio del taller, la persona que lo imparte te va a decir que es recomendable que te impliques aportando y exponiendo las inquietudes personales que surjan. La participación activa hace que el aprendizaje que te llevas sea mayor, y que la experiencia sea más nutritiva y enriquecedora para todos.
Suele ocurrir que en el grupo del taller te das cuenta de que lo que creías que sólo te pasaba a ti, a otros también les pasa, y esto le quita gravedad a tu asunto. Te ayuda a normalizarlo y a ver más posible la solución.
Cuando escuchas hablar a los compañeros del taller, te ves identificado con ellos y te sientes menos "bicho raro"
Su experiencia te sirve, y a ellos la tuya les ayuda
Un taller de gestión emocional conmigo
En mis talleres de gestión emocional uno de los principales objetivos es que hagas una toma de conciencia real y profunda de quién eres en la situación que quieres resolver, que veas qué decisiones te han ido llevando a que se convierta en una situación que te cuesta resolver y qué necesitas para salir de ahí. Finalmente intento aportártelo, con amor y con humor.
Aprender a gestionar emociones no tienen que ser algo serio. Cuando se aprende desde la alegría y el humor, lo aprendido se integra con más rapidez y cuesta menos incorporarlo a la vida cotidiana.
Te ayudo a ver el conflicto que puedas tener en esa situación, las soluciones más realistas para ti, los recursos que tienes para ponerlas en marcha, y entrenar ciertas técnicas para probar qué resultado obtendrías, aplicándolas a esa situación.
Al final un taller de gestión emocional es un espacio seguro en el que puedes ensayar de forma controlada, nuevas actitudes y nuevas formas de pensar y de sentir lo vivido, con ayuda de un profesional, y rodeada de personas que te respetan, y aceptan incondicionalmente, y sin juicios.
¿Has asistido alguna vez a un taller de gestión emocional? ¿Cuál fue tu experiencia? Déjame tu comentario.
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Un abrazo
Ana Eló